Tiempo Presente
Terminar para empezar o empezar para terminar. Dicen que el orden de los factores no altera el producto, pero en este caso la cuestión me parece un poquito más compleja. ¿Que terminamos? ¿Para que terminamos? ¿Para empezar de nuevo? ¿Empezamos por que o que? ¿Realmente terminamos de terminar? ¿Realmente comenzamos algo?
Ciertamente las preguntas plantean más dudas que certezas. En realidad no creo si las preguntas planteadas sean las que corresponden a esta situación.
Por ejemplo, la pregunta por el comienzo implica necesariamente revisar el futuro, elucubrar acerca de lo que va a pasar. Con mucha suerte estoy tratando de saber que sucede ahora... creo que seria mucho más complejo plantearse en el futuro. Eso conlleva angustia.
Por otro lado, la pregunta por el término refiere al pasado, tanto reciente como lejano, ese que duele y que le he dado mil vueltas (incluso imaginando posibilidades ficticias de volver atrás para cambiarlo). Ese que no quiero evocar, que me causas nauceas y el cual no entiendo. Eso deviene en depresión.
Ante esto prefiero dejar sin respuestas las ideas sobre terminar y empezar. Francamente no estoy en condiciones de terminar ni de empezar nada. Solo puedo y quiero vivir el presente (uhhh que cliché sonó eso) pues solo en el presente solo se puede encontrar algo de felicidad. Aunque sea un poco en cosas pequeñas, como leer a Bolaño, Zambra o Pauls (gracias Fate por las recomendaciones), ver a Allen, El Padrino, Goodfellas o cualquiera de Ritchie. Escuchar a Trent, Thom, Eddie, Chriss y Josh. Trabajar y ver que las cosas funcionan. O simplemente compartir con los mismos de siempre. Es ahí, en ese micro espacio vivencial diario, mínimo frente a los grandes objetivos trazados antes y desdibujados ante proyectos trascendentes de algunos, encuentro rasgos mínimos de tranquilidad, bosquejos algo difusos de alegría (o alergia? Ja!).
Así, como lo dijo Eddie, me hace más sentido vivir en tiempo presente.
Los dejo con present tense, una linda canción de Pearl Jam. Enjoy!.
Ciertamente las preguntas plantean más dudas que certezas. En realidad no creo si las preguntas planteadas sean las que corresponden a esta situación.
Por ejemplo, la pregunta por el comienzo implica necesariamente revisar el futuro, elucubrar acerca de lo que va a pasar. Con mucha suerte estoy tratando de saber que sucede ahora... creo que seria mucho más complejo plantearse en el futuro. Eso conlleva angustia.
Por otro lado, la pregunta por el término refiere al pasado, tanto reciente como lejano, ese que duele y que le he dado mil vueltas (incluso imaginando posibilidades ficticias de volver atrás para cambiarlo). Ese que no quiero evocar, que me causas nauceas y el cual no entiendo. Eso deviene en depresión.
Ante esto prefiero dejar sin respuestas las ideas sobre terminar y empezar. Francamente no estoy en condiciones de terminar ni de empezar nada. Solo puedo y quiero vivir el presente (uhhh que cliché sonó eso) pues solo en el presente solo se puede encontrar algo de felicidad. Aunque sea un poco en cosas pequeñas, como leer a Bolaño, Zambra o Pauls (gracias Fate por las recomendaciones), ver a Allen, El Padrino, Goodfellas o cualquiera de Ritchie. Escuchar a Trent, Thom, Eddie, Chriss y Josh. Trabajar y ver que las cosas funcionan. O simplemente compartir con los mismos de siempre. Es ahí, en ese micro espacio vivencial diario, mínimo frente a los grandes objetivos trazados antes y desdibujados ante proyectos trascendentes de algunos, encuentro rasgos mínimos de tranquilidad, bosquejos algo difusos de alegría (o alergia? Ja!).
Así, como lo dijo Eddie, me hace más sentido vivir en tiempo presente.
Los dejo con present tense, una linda canción de Pearl Jam. Enjoy!.
Entropia
Pearl Jam,
pequeñas cosas,
Rock,
Soundtrack
Comparto contigo, pero sólo en el corto plazo. El pasado y futuro inmediatos nos llevan a la angustia, la ansiedad y la premura. Hay que ver el pasado con P y el futuro con F. Tirar líneas a nuestros primeros pasos, a nuestras últimas esperanzas. Saber, por ejemplo, cómo queremos ser recordados o cómo lo que nos rodeó de niños nos llevó por este camino. Eso nos hace parte de algo... nos hace parte de nosotros mismos y, casi sin querer, le da sentido a nuestro presente.