Pateaduras en el suelo
NdR: Debe ser la primera vez en casi cuatro meses que estoy bajo los efectos del alcohol. Asi que si no sale muy coherente la cosa, usted, amable contertulio, entedera perfectamente las razones.
Hoy, en una despedida de alguien muy querido en parrilladas uruguayas, al fragor de pamplonas y vino, discutiamos a cerca de la conveniencia o no de decir toda la verdad cuando uno termina con alguien. Asi, quizas gracias al vino y la carne, la discusión giro en torno a concepciones morales y el respeto a ciertos valores, tales como la verdad versus el no dañar al otro.
El tema central era si cuando uno termina es necesario declarar todo, o bastaba con decir solamente las razones que llevaban a terminar la relación. Yo claramente me inclinaba por esto último, bajo el simple argumento de que me parecia un abuso patear en el suelo al otro. O sea, si ya tienes razones suficientes para terminar con alguien, las cuales van mas allá de un engaño, la declaración de esto último esta demas... es como patear en el suelo a alguien que ya esta KO. No me gusta que me den el suelo, y tampoco me gustaria hundir y revolver el cuchillo una y mil veces bajo la bandera de la honestidad. Eso esta demás.
Y es que hay cosas de las cuales al menos yo no quiero enterarme, ya sea porque me paso tremendos rollos o porque simplemente basta con el dolor del termino como para tener que aguantar detalles. Como lo dije antes basta con un ya no te amo, no me quiero enterar de los pormenores, de lo que paso en el intertanto del des-amor. Naaa, eso no va conmigo, te hunde más, te entrega más dudas que certezas. Finalmente, me parece un daño injustificado desde el punto de vista del pateado. Demasiada información abruma y descoloca, y uno, que es un poco bruto pa eso, le cuesta ordenarla y procesarla.
Insisto, mil veces un ya no te amo, a un te amo pero como miles de aristas, engaños de por medio, complicaciones variadas, poca clarida, y la certeza sobre el futuro arrepentimiento. Insisto, no quiero ser pateado en el suelo.
Hoy, en una despedida de alguien muy querido en parrilladas uruguayas, al fragor de pamplonas y vino, discutiamos a cerca de la conveniencia o no de decir toda la verdad cuando uno termina con alguien. Asi, quizas gracias al vino y la carne, la discusión giro en torno a concepciones morales y el respeto a ciertos valores, tales como la verdad versus el no dañar al otro.
El tema central era si cuando uno termina es necesario declarar todo, o bastaba con decir solamente las razones que llevaban a terminar la relación. Yo claramente me inclinaba por esto último, bajo el simple argumento de que me parecia un abuso patear en el suelo al otro. O sea, si ya tienes razones suficientes para terminar con alguien, las cuales van mas allá de un engaño, la declaración de esto último esta demas... es como patear en el suelo a alguien que ya esta KO. No me gusta que me den el suelo, y tampoco me gustaria hundir y revolver el cuchillo una y mil veces bajo la bandera de la honestidad. Eso esta demás.
Y es que hay cosas de las cuales al menos yo no quiero enterarme, ya sea porque me paso tremendos rollos o porque simplemente basta con el dolor del termino como para tener que aguantar detalles. Como lo dije antes basta con un ya no te amo, no me quiero enterar de los pormenores, de lo que paso en el intertanto del des-amor. Naaa, eso no va conmigo, te hunde más, te entrega más dudas que certezas. Finalmente, me parece un daño injustificado desde el punto de vista del pateado. Demasiada información abruma y descoloca, y uno, que es un poco bruto pa eso, le cuesta ordenarla y procesarla.
Insisto, mil veces un ya no te amo, a un te amo pero como miles de aristas, engaños de por medio, complicaciones variadas, poca clarida, y la certeza sobre el futuro arrepentimiento. Insisto, no quiero ser pateado en el suelo.
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