Doble decepción

Se ha quebrado, el complejo equilibrio que mantenía se ha roto. Basto un par de desagradables hechos para darme cuenta que, a ciencia cierta, ya no se está a la altura de nada. Que todo lo que me rodea es un asqueroso espejismo construido con partes rotas, pegadas solo con volutarismo vaciado de cualquier convicción.

Doble decepción. Primera, yo me la banco solo, hace tiempo que lo hago y también me doy maña para ayudar ingenuamente. Y por hacerlo así mal acostumbro a todos. Total, siempre va a estar ahí, no importa que lo caguemos uno, diez, cien veces... tampoco importa que sea tonto útil, total el lo permite.

Doble decepción, la segunda, pensé que se preocupaban por mi cuando en realidad se preocupaban por ellos y su imagen ante el resto. Que triste es ser egoísta. Prefiero ser tonto útil a solo mirar solo hasta la punta de mis narices, prefiero ser ingenuo a maquinar bajo la fría razón del calculo utilitarista.

Lo lamento, pero siento que navego solo en esta. Ahora si que si, mientras navegaba choqué con un iceberg, solo que ahora me siento más un barco pesquero artesanal que el majestuoso Titanic (y ahora en el sentido interpretado de manera mañosa, no en el original). Golpe directo al grano, seco, sin filtros. Doble problema, sin solución ambos. Doble decepción, sin oportunidad de redención. Lo penoso es que la gente que hasta hace algún tiempo creía ahora se salvan solos, hacen caso omiso. Increíble como todo cambia, incluso ellos.

Intentamos seguir, pero el golpe se acusa y te deja a punto de lanzar la toalla. Miro a la esquina y no hay quien lo haga por mi. Boxeo solo y navego a solas. Aunque suene lastimero, me duele todo y si, me quejo de todo. Catarcis, tarde de furia. Doble decepción que acaba con los pocos pasos dados hacia adelante. Como dice alguien por ahí, lamentable...

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