Mala Suerte
Paro la tormenta en Chillán. Ya no llueve con balde ni tampoco hay vientos que dieron vuelta muchos paraguas sureños. Justo cuando partimos freno el temporal. Y lo paradójico es que se anuncia la llegada de un frente de mal tiempo a Santiago para hoy, junto con mi llegada a la ciudad. La nube negra me persigue, incluso de una manera climática.
Ya me da susto. Creo incluso que la pela´me persigue afanosamente y el azar me juega solo malas pasadas. Como que uno arrastra una estela de mala suerte desde hace rato y que contagia a la gente que me acompaña. Así choqué acompañado, mi compañero de dpto. se vio afectado por una extraña enfermedad de la cual aun no estamos seguros, en la oficina llego la gripe humana, mi padre se opera, mis tío se cambia de pega y sale pa tras, el tren colisiona con un auto. Esta bien, puede que este sobre interpretando todas las cosas, pero uno siente que esas cosas le persiguen.
Resulta curioso pensar en la mala suerte y que la mala suerte te persigue. Te hunde en pensamientos extraños sobre tu vida y todo eso. Mala cuea dijo el conejo y se cambio de casa. Quizás debiese hacer eso... solo quizás.
El afán de ver todo como parte de una tragedia a la que te diriges, orquestada por fuerzas oscuras.
La mala cuea la han tenido los que se han enfermado, o los que han salido pa'trás en algo.
Tú sobrevives. Y que te siga una tormenta ¿por qué es malo? El agua nos purifica.
Todo puede interpretarse de otro modo.