Ecuaciones ó 2 + 2 = 5

La cosa era bien simple. Ofrecí todo lo que estaba a mi alcance. Ir hacia el otro lado del charco, estar un tiempo, irme a estudiar a París, incluso vi becas e instituciones, reserve pasajes que luego me vi obligado a anular. Detrás de esto, la ingenua idea que en realidad mi error había sido negar mi apoyo, como quitar el piso. Entonces decidí ir con todo y contra todos. Estaba todo muy bien planeado para su llegada.

Pero claro, nunca pensé que se tratase de otra cosa, de que en realidad hacia rato había quedado en la verma, que ya no pasaba nada al otro lado del charco. Si esto fuese fútbol, diría que llegue tarde al cruce pues anticipé mal la jugada. Eso fue doloroso, verdades contadas por partes, entre confesiones y adivinanzas, miradas culpables que indicaban que había algo más. De pronto otros jugadores que no tenia a la vista aparecían por mi espalda haciendo el un dos.

No era la simple ecuación París + Yo = Felicidad. La ecuación implicaba integrales poco integras, números infinitos que sumadas a infinitas posibilidades y multiplicada por números irreales, daba como resultado un - Yo. Siempre lo he dicho, las matemáticas se muestran tan complicadas como el genero femenino. Pero solo se muestran, pues en el fondo son solo cuatro operaciones básicas llevadas a niveles más complejos (disculpenme amigas mias, pero lo tenia que decir).

Y ahora que?. Nada supongo, solo mucho frió, preguntas a medias con respuestas a medias, poca claridad en todo y el resultado de la ecuación se complica, pues por allá no se tomaron en cuenta variables básicas para el calculo azaroso del destino. Uno en la vida puede manejar algunas variables (no todas), pero hay gente que insiste en manejar las inmanejables e intentar controlar las azarosas. Gran error de cálculo matemático (supongo). Así, en la suma y la resta, nunca entendí que seis meses fueran más que seis años. Insisto, las matemáticas no son para mi. Tampoco el fútbol europeo.

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