Principito
Debo confesar que nunca leí muchos libros que son clásicos y que al parecer todos lo han hecho. Por ejemplo 100 años de soledad, ninguno de Benedetti (no caeré en la moda de leerlo de manera póstuma), Pedro Páramo, Rayuela, el Principito, Ulises y muchos más. Mucho de esto de lo debo a lo pajera de mi profesora de castellano (si así se llamaba antes el ramo ese!) que nos hacia leer puras weas, como ese extraño libro moralista de un mejicano que hablaba sobre el despertar sexual de los jóvenes, libro que recuerdo haber leído con desprecio por su horrorosa moralina. Por suerte, he olvidado el nombre de esa horrorosa obra.
De todas maneras, son todos libros que por alguna razón he tenido en mis manos y tampoco me he sentido tentados de leerlos. Quizás el que todo el mundo refiera a ellos, me quita las ganas de revisarlos. De puro mañoso que soy.
Sin embargo, existe uno en especial que si he tenido ganas de leer, que lo he buscado y no lo he encontrado. Quizás por que he leído mucho sobre él, quizás también porque, a pesar de nunca haberlo leído, tengo una especie de lazo con dicho libro, más exactamente con el personaje del libro y su figura inocente, el cual no detallare. Se trata de El Principito. Usted se preguntara, amable lector, como cresta no se ha leído el Principito si tengo un gadget dedicado al libro en cuestión. Bueno, no lo he hecho, y todas las frases que he colocado las he sacado de acá, lo cual es bastante absurdo y triste a la vez.
En fin, el tema es que esos extractos del libro que he escatado, más la carga sentimental del personaje en cuestión, me ha provocado una cierta gana por leerlo, casi a niveles de obsesivos. Quizás mañana pase por la librería y lo intente comprar nuevamente, aumentando la larga lista de libros que he comprado últimamente, y que se empolvan en mi librero esperando por ser deborados, como en un acto impulsivo, durante maratónicas jornadas de café o té de cara,elo, cigarrillos y goce del tiempo.
De repente me sirve pa´ entender un par de cosas y me quede pensando. Solo quizás....
De todas maneras, son todos libros que por alguna razón he tenido en mis manos y tampoco me he sentido tentados de leerlos. Quizás el que todo el mundo refiera a ellos, me quita las ganas de revisarlos. De puro mañoso que soy.
Sin embargo, existe uno en especial que si he tenido ganas de leer, que lo he buscado y no lo he encontrado. Quizás por que he leído mucho sobre él, quizás también porque, a pesar de nunca haberlo leído, tengo una especie de lazo con dicho libro, más exactamente con el personaje del libro y su figura inocente, el cual no detallare. Se trata de El Principito. Usted se preguntara, amable lector, como cresta no se ha leído el Principito si tengo un gadget dedicado al libro en cuestión. Bueno, no lo he hecho, y todas las frases que he colocado las he sacado de acá, lo cual es bastante absurdo y triste a la vez.En fin, el tema es que esos extractos del libro que he escatado, más la carga sentimental del personaje en cuestión, me ha provocado una cierta gana por leerlo, casi a niveles de obsesivos. Quizás mañana pase por la librería y lo intente comprar nuevamente, aumentando la larga lista de libros que he comprado últimamente, y que se empolvan en mi librero esperando por ser deborados, como en un acto impulsivo, durante maratónicas jornadas de café o té de cara,elo, cigarrillos y goce del tiempo.
De repente me sirve pa´ entender un par de cosas y me quede pensando. Solo quizás....
Entropia
pequeñas cosas,
She
0 Response to "Principito"