Recurrencias

He escrito en bastante ocasiones sobre el destino y mi escasa creencia en él. También he hablado del azar y de como este va maniobrando hasta ver que la vida no es más (ni menos) que una serie de eventos fortuitos en los cuales no existe objetividad alguna. Asimismo, he repetido y reinterpretado hasta la saciedad la frase del barbudo Marx (a su vez tomada de su "amigo" Hegel) acerca de la repetición de la historia dos veces.

Y es que ha sido recurrente en mi tratar de ver más allá de lo evidente, como tratando de encontrar alguna explicación a todo lo que sucede, llegando muchas veces a la paradoja de explicarme lo que sucede como algo sin explicación. Según yo, uno siempre intenta buscar un concepto que de alguna forma u otra ordene lo que nos pasa. En ese espíritu, he escuchado declaraciones de principios tales como que la vida es "dialéctica", "un eterno transito sobre un precipicio", un "dialogo" entre pasado y presente, una forma de "aprendizaje" de los errores y horrores, una búsqueda de lo que uno es, una realización de uno mismo y un largo etc.

Sin embargo, y a miedo de caer en la recurrencia, no creo que tenga que ver con nada de lo descrito arriba. Para mi, todo esto sigue siendo una comedia de equivocaciones reiterativa, que se repite una y mil veces y que, sobre todo, cada uno interpreta a su antojo. Así puede que me siga equivocando, que se sigan equivocando, pero ahora ya me parece cómico. Como que en un punto perdí el miedo al fracaso y recupere la risita irónica (o sínica) sobre lo que me sucede.

Ahora vuelvo y me digo; "Todo lo que empieza como comedia termina como comedia"... o mejor, aún; "La historia se repite dos veces, una como comedia y otra como tragedia, pero nos reímos de ambas".

Lo sé, suelo ser muy recurrente con mis cosas.

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