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Voladuras

Lo peor (o irónico o sarcástico o triste o pongale el adjetivo que quiera) fue que la plancha voló y yo no me di cuenta. Entre la lluvia, el viento, el sueño y el frió ni supe cuando esta soltó amarras y emprendió el camino veleidoso que guía el viento (hay una canción de lucero que utiliza las metáforas de las veletas para hablar de algo que "no sabe hacia donde va") entonces ni siquiera tuve la opción de recuperar la plancha. A todo esto, el balcón amaneció inundado, las toallas y una camisa en el piso flotando en el agua dado que el desagüe del balcón (que según yo no existía pero si) estaba tapado. Así que me la pase el sábado entre que dormía y cuidaba que el agua acumulada no llegara a mi habitación.
La gracia me salió como 25 lucas, pues en vistas de que un nuevo frente de mal tiempo se acerca, tuve que invertir mi domingo en el "Centro de casa" comprar la plancha y las herramientas necesarias para ser instalada (entre ellas cerveza para mi padre) y así poder pasar tranquilo el próximo frente de mal tiempo. Espero que los clavos chinos esta vez hagan su pega y no dejen partir a mi útil plancha....
NtR: Proximamnete escribir sobre discriminación y sexismo en bares de karaoke Chilensis....
Oye..y si el viento trajera de vuelta tu plancha??
jajajaja, seria extrañisimo pero mostraria cierta consistencia con la vida misma.
Esas cosas suceden!! Igual tu domingo en el centro de casa y la cerveza con Jaimetón no los cambias por nada..verdad?
jajaja Claro, son como actividades de padre e hijo... el tipico aquetipo de la relación entre machos.