Palos de Ciego

Y ya bueno.... si se que si dar palos de ciego fuese deporte olímpico, quizás le entregaría una tercera medalla de oro a Chile. Y es que me vuelto prolífico de este deporte, cada día perfeccionando más el bello arte de apuntar donde no se debe y golpear a quien no lo merece.

Y si es cierto, me he obstinado más de la cuenta en eso. Y eso si que lo mantengo, desde chiquitito he sido bien terco y no me gusta quedarme con nada a medias. Creo que, salvo contadas (y notables) excepciones todo lo he terminado. Entonces creo que la terquedad últimamente me ha llevado a ser el campeón mundial de los palos de ciego.

Y ya se que esto de los palos de ciego no tiene ningún encanto. La torpeza es siempre un triste espectáculo de quien, nervioso ante una situación, saca lo mejor (?) de su repertorio para hacer justo lo contrario a lo que debe hacer. Entonces uno, torpe como un bototo, da palos de ciego a diestra y siniestra. Y de no ser por que quien me conoce sabe que en el fondo no soy así, y hasta cree que es un acto de pura ternura casi infantil, ya no me hablarían y ni siquiera tendría alguna chance de volver sobre mis pasos e intentar dejar esta terquedad insulsa que no lleva a nada.

Entonces, desde ahora, o mejor dicho a penas termine mi cena compuesta de Nutella y Vino de mala calidad, intentare dejar de dar palos de ciego. De verdad, creo que nobleza obliga.

0 Response to "Palos de Ciego"